El Cadexómero yodado (IODOSORB™), una alternativa para la eliminación de la infección local y del tejido esfacelado en úlceras vasculares

Julian Fernandez y Judith Gallardo. Enfermeros
Residencia Geriátrica C.R.A.L. (San Just de Devern,Barcelona)
Maribel Forteza. Enfermera.
Dpto. Clínico, Div. Curación de Heridas, Smith & Nephew, S.A.

Introducción
IODOSORB™ es un producto de cadexómero yodado que proporciona una actividad antimicrobiana prolongada durante 72 horas por su sistema de liberación retardada y que en sus diferentes presentaciones (apósito, pomada o polvo) permite conseguir de manera simultánea tres grandes objetivos en el tratamiento local de las heridas crónicas, controlar la infección, controlar el tejido desvitalizado y colaborar en el control del exudado. La utilización de IODOSORB aporta nuevas perspectivas en el tratamiento de heridas infectadas con tejido esfacelado adherido al lecho.

Paciente
Mujer de 72 años con demencia mixta y trastorno venoso periférico presenta úlcera en región pretibial de la pierna derecha de dos meses de evolución con unas dimensiones de 14×10 cm., y un lecho lesional conformado por un 70% de tejido esfacelado, 10% tejido necrótico y 20% de granulación. La lesión presenta exudado hemorrágico, bordes eritematosos, inflamación local y maceración perilesional siendo el cultivo positivo a infección por “Staphilococus aureus”.

Tratamiento
Se le pauta tratamiento con IODOSORB™ DRESSING con el objetivo de eliminar la carga bacteriana y del tejido esfacelado para una correcta preparación del lecho. Se aplica TRIPLE CARE™ CREAM, una crema barrera de óxido de zinc al 10% y Aloe Barbadiensis para tratar y proteger la piel de los bordes de la lesión y se cubre la lesión con un apósito de alginato cálcico (ALGISITE™ M) por su gran capacidad de absorción y la acción hemostática. Se aplica una venda de compresión, y se pautan cambios de curas cada tres días.

Seguimiento / Resultados
Iniciamos la cura el 9 de enero con un lecho complicado y tras varios tratamientos sin mejoría. La dificultad principal era acceder a las bacterias que se encontraban bajo toda la zona esfacelada y que mantenían la infección local.
Tras la primera cura a los tres días ya se apreció una rápida respuesta con el desprendimiento de debris y restos de tejido esfacelado.
El tratamiento se realizó durante dos semanas obteniendo un lecho de tejido de granulación, muy vascularizado, sin signos de infección y con la piel perilesional en perfectas condiciones.

Conclusiones
La aportación de IODOSORB en el tratamiento local de la infección es dar solución a situaciones en las que hay que enfrentarse ante el reto de la necesidad de eliminar la carga bacteriana, desbridar y controlar el exudado.
La posibilidad de obtener un lecho de la herida preparado para la cicatrización en un corto plazo de tiempo acorta tratamiento, gastos y sobre todo, mejora la calidad de vida del paciente.

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