NUTRICIÓN EN EL ÁMBITO RESIDENCIAL – primera parte

En el siglo XXI el envejecimiento poblacional y la esperanza de vida han crecido en los últimos años gracias a las mejoras de la asistencia médica y a la prevención de enfermedades.

En España, en el año 2050, se estima que las personas mayores de 65 años representarán más del 30% del total de la población. Los octogenarios llegarán a superar la cifra de cuatro millones de personas.

Fuente: Fundación General CSIC

Fuente: 2051: INE: Proyecciones de población a largo plazo 2012-2052

Este envejecimiento poblacional está comportando un importante y progresivo aumento de la morbilidad asociada a procesos crónicos y degenerativos, frecuentemente incapacitantes.

La tipología de pacientes mayores son, en términos generales y desde un punto de vista clínico, cuatro:

Persona de edad avanzada con ausencia de enfermedad objetivable, independiente para las actividades básicas de la vida diaria y para las instrumentales, sin problemática mental o social.

Persona con edad avanzada con una enfermedad aguda. Se comporta como un adulto enfermo.

Persona con edad avanzada que conserva su autonomía de manera precaria y presenta un alto riesgo de dependencia. Se caracteriza por:

– Presentar una o varias enfermedades de base

– Aumento del riego de deterioro funcional para las ABVD y dificultad en las tareas instrumentales más complejas.

– Riesgo aumentado de deterioro cognitivo.

– Mayor vulnerabilidad a efectos adversos.

Persona con edad avanzada que presenta una o varias enfermedades de base crónicas evolucionadas, dependencia para las ABVD. Con frecuencia tiene deterioro cognitivo y problemática social.

INFLUENCIA DEL ENVEJECIMIENTO SOBRE EL ESTADO NUTRICIONAL


Durante el envejecimiento se producen una serie de cambios que pueden desencadenar un afecto adverso sobre el estado nutricional del anciano, como son:

1-Composición corporal

  • TALLA: a partir de los 60 años se disminuye 1 cm por década
  • PESO: a partir de los 70 años el peso suele ir descendiendo
  • DISTRIBUCION COMPARTIMENTAL:
    • MASA GRASA: redistribución de la masa grasa, aumentando la grasa profunda que envuelve los tejidos. Disminuye la grasa del tejido subcutáneo.
    • COMPARTIMENTO MUSCULAR: Pérdida hasta un 27% de la masa muscular relacionado con un deterioro de la capacidad funcional
    • COMPARTIMENTO HÍDRICO: disminución extracelular y dificultad para mantener un balance óptimo.

2-Fisiología de los órganos.

  • CAVIDAD BUCAL: Hay una pérdida de piezas dentales con disminución de la capacidad para poder masticar. Las papilas gustativas se atrofian distorsionando el sentido del gusto y creando un estado de inapetencia.
  • ALTERACION GASTROINTESTINAL: Los cambios en la mucosa gástrica y en las glándulas digestivas dan lugar a un descenso de la capacidad funcional digestiva. Se producen alteraciones en la absorción y en la capacidad de transporte de nutrientes. Aumenta la sensación de saciedad y es frecuente padecer de estreñimiento.
  • ALTERACIÓN DE LOS SENTIDOS: El descenso en la agudeza del gusto, el olfato, la visión y el oído puede interferir con el acto de la deglución y el disfrute de los alimentos.
  • ALTERACIÓN RENAL: el riñón, con la edad, tiene menor capacidad de eliminar los productos de desecho metabólico.

3-Cambios psicológicos y sociales. Modificación de la capacidad funcional.

Los cambios psicológicos y sociales que acompañan al envejecimiento pueden repercutir de forma negativa sobre el estado nutricional de la persona mayor. Las alteraciones emocionales son frecuentes en el anciano. Los trastornos adaptativos o las depresiones se presentan con relativa frecuencia en este grupo de población.
Las causas desencadenantes pueden estar relacionadas con:

  • La esfera social: jubilación, menos responsabilidad en la familia, soledad, viudedad, menos poder adquisitivo.
  • La esfera física: no aceptación de los cambios que surgen en el envejecimiento o la no adaptación a los mismos.

Ante la disminución de la autonomía, la capacidad funcional para realizar actividades de la vida diaria, como hacer la compra o preparar la comida, se ve alterada. Por lo tanto es fácil que en esas condiciones los alimentos se compren en función de su precio, de la sencillez de elaboración y del tiempo de conservación, y no en función de sus cualidades nutricionales.

Las enfermedades más frecuentes que pueden alterar el estado nutricional son:

  • Todas las patologías que alteran la movilidad dificultan la capacidad de autoalimentarse: artrosis, enfermedad de Parkinson y accidentes cerebro-vasculares.
  • EPOC: por la fatiga muscular que conlleva.
  • Alteraciones agudas: fractura de fémur, infección, estreñimiento
  • Enfermedades crónicas: demencias (a destacar la enfermedad de Alzheimer. Suelen presentar trastornos del comportamiento alimentario, desde la incapacidad de alimentarse solos hasta el rechazo de cualquier alimento), depresión, osteoporosis, neoplasias, etc.
  • Trastornos psiquiátricos.

Sabías que

El 15% de las personas ancianas (mayores de 80 años) que viven en su domicilio están desnutridas; este dato aumenta a un 35-65% si están ingresadas en un hospital.

MALNUTRICIÓN Y DESNUTRICIÓN EN EL ANCIANO


Entendemos por nutrición al aporte de calorías y nutrientes esenciales para el mantenimiento tanto de la salud como de las necesidades corporales.
Por el contrario, cuando el estado nutricional es resultado de una dieta desequilibrada dónde hay nutrientes que faltan o hay por exceso, o cuya ingesta se da en proporción errónea, hablamos de malnutrición.
Se conocen cinco factores esenciales que contribuyen a una malnutrición:

1) Ingesta inadecuada de alimentos por defecto.
2) Ingesta inadecuada de alimentos por exceso.
3) Desequilibrio de nutrientes
4) Aumento de las necesidades de nutrientes
5) Mala absorción de los nutrientes

No debemos confundir la malnutrición con la desnutrición, puesto que esta última se refiere al déficit de energía y/o proteínas que causan efectos adversos medibles en la composición y función de los tejidos/órganos y en el resultado clínico.

Tipos de desnutrición

Desnutrición aguda ocasionada la mayor de las veces por procedimientos estresantes importantes y cortos en el tiempo (diarreas, infecciones, procesos multisistémicos o que afecten de forma importante alguno de los sistemas vitales: sepsis, grandes quemados, politraumatismos) que consumen el compartimento proteico corporal o producen importantes pérdidas de proteínas.
Se caracterizan por:
– Preservación del compartimento graso corporal.
– No necesariamente hay pérdida de peso. Los parámetros antropométricos suelen estar en los límites normales.
– Pérdida fundamentalmente proteica, principalmente visceral.
– Las proteínas plasmáticas están bajas.

Desnutrición crónica motivada por ayuno o pérdida prolongada de energía y nutrientes.
Se caracteriza por:
– Disminución de peso importante.
– Pérdida de tejido adiposo y en menor cuantía de la masa muscular.
– No hay una alteración significativa de las proteínas viscerales ni edemas.
– Alteración de parámetros antropométricos.
– Albúmina y proteínas plasmáticas generalmente normales o poco alteradas.

Hace referencia a la desnutrición mixta: calórica y proteica. Se presenta en pacientes con desnutrición calórica previa, generalmente por enfermedad crónica, en los que aparece algún proceso agudo. Es la más común dentro del ámbito hospitalario.
Se caracteriza por:
– Disminución de masa grasa.
– Disminución de masa magra.
– Las proteínas plasmáticas están bajas.

Deficiencia aislada de algún nutriente (oligoelementos o vitaminas) por disminución de su ingesta. Suele asociarse a alguno de los tipos de desnutrición descritos previamente.
En edades avanzadas suelen existir deficiencias subclínicas de vitaminas hidrosolubles (especialmente B12, B6, ácido fólico y vitamina C) y liposolubles (vitaminas D, E y K).

Clasificación para los estados de desnutrición

Tabla de soporte nutricional en personas ancianas. Nestle Nutricion Institute


¡IMPORTANTE!
Si detectas una pérdida de peso de 2-3 kilos en una persona anciana
en el último mes sin un motivo que lo justifique (enfermedad, nueva medicación)
puede hacerte sospechar de un déficit nutricional!

Si un paciente reúne dos criterios, con grados de gravedad diferentes, se considerará el más grave.
Con todo lo anterior, no es de extrañar que la persona mayor sea enormemente susceptible de padecer malnutrición. Los conocidos factores influyentes sobre el anciano, sus hábitos de vida, las características fisiológicas y sociológicas, y todos los componentes adversos que sufre conllevan a sospechar que pueda padecerla.


Bibliografia
http://www.fgcsic.es/lychnos/es_es/articulos/envejecimiento_poblacion
Fuente: 2051: INE: Proyecciones de población a largo plazo 2012-2052

Robles MJ, Miralles R, Llorach I, Cervera A. Definicion y objetivos de la especialidad de Geriatría. Tipologia de ancianos y población diana. En tratado de Geriatría para residentes

H. Lochs y cols. Introductory to the ESPEN Guidelines on Enteral Nutrition: Terminology, Definitions and General Topics. Clin Nutr 2006; 25: 180-186


Imma Mundet Riera DUI Especialista Geriàtrica. EAR-Grup Mutuam (Barcelona).Imma Mundet Riera
DUI Especialista Geriátrica. EAR-Grupo Mutuam (Barcelona).